Facultad de Arquitectura inauguró su Año Académico 2024
La Facultad de Arquitectura inauguró su Año Académico reconociendo a destacadas profesoras y profesores, con la presencia de autoridades, estudiantes y exalumnos.
Giulietta Fadda, primera mujer en titularse como Arquitecta de la Universidad de Chile Sede Valparaíso recibió la distinción destacando que “es un verdadero honor. Me siento agradecida por el reconocimiento. Esta es una profesión muy bella, a los estudiantes les espera un futuro amplio".
Myriam Espinoza, quien ingresó en 1969 a la Escuela de Teatro sede Valparaíso de la Universidad de Chile, señaló que "es necesario que el teatro sea un arte de servicio a la comunidad. El teatro es político, porque todo arte y toda actitud humana es política”.
José de la Vega, académico de Cine, quien recibió la calidad académica honorífica de “Profesor Asociado”, considerado una figura indispensable en la industria cinematográfica chilena.
Francisco Sazo, cantante y autor de la mayor parte del repertorio del grupo Congreso, se integró a la UV en el año 1988 y luego a la Escuela de Gestión en Turismo y Cultura. No pudo estar presente por temas de agenda y recibió la distinción en su nombre Verónica Doerr.
Mónica Cornejo, primera Diseñadora Industrial mención Textil de la Universidad de Chile sede Valparaíso, señaló que “es una gran sorpresa, algo que nunca esperaba, he pasado más de la mitad de mi vida en la universidad, en la que trabajé más de 41 años, con mucho gusto”.
La ceremonia contó con la conferencia “Espacios para la creación: Una reflexión desde el encuentro interdisciplinario", a cargo del arquitecto y Premio Nacional de Arquitectura 2002, Juan Sabbagh, quien puso en valor "la creatividad y la importancia de los espacios colaborativos".
El rector Osvaldo Corrales felicitó “a las y los profesores que han sido homenajeados, porque son parte de la historia de la UV, la cual no sería lo que hoy es sin el aporte insustituible que han realizado en sus carreras".
El decano Alejandro Witt indicó que “este acto solemne es un ritual en el que hacemos una pausa necesaria para mirarnos hacia adentro con el ánimo de reconocernos como comunidad”.