Máxima certificación internacional destacó proyecto curricular, talleres, integrados,  actividades de extensión, vinculación con el medio e investigación

Cinco años de Acreditación Internacional sin condiciones, el máximo posible, obtuvo la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Valparaíso, por parte del Royal Institute of British Architects, RIBA, considerada la entidad extranjera más importante del mundo en arquitectura.

Entre los aspectos destacados en el informe entregado por los integrantes de la RIBA, se cuentan el ambicioso proyecto curricular y los excelentes logros de los talleres integrados de la Escuela. La Acreditación internacional también relevó las actividades de extensión, vinculación con el medio y las investigaciones que han desarrollado tanto académicos, como investigadores y estudiantes.

El informe también señala la necesidad de un mejoramiento en cuanto a la infraestructura acorde a las necesidades del nuevo plan de estudios de la Escuela, mientras que las recomendaciones y puntos de acciones estuvieron dirigidos a enfatizar el trabajo académico de la unidad de la mejor manera posible.

En la dirección correcta

Marco Avila, director de la Escuela de Arquitectura señaló que “el sentido final de esta acreditación es el respaldo a un proceso curricular realizado con innovación. Estamos en contacto como escuela con la RIBA desde el año 1991, es una relación sostenida durante 25 años. Que ellos vengan y nos otorguen cinco años, el máximo de la acreditación, habla muy bien del trabajo realizado durante los últimos años”.

El director aseguró que “junto con innovación curricular, la RIBA acredita también el  sistema administrativo y presupuestario. Obviamente tenemos una serie de sugerencias, pero no condicionan la certificación lo cual es notable, ya que el punto a destacar es el esfuerzo de los profesores, junto al equipo dirección y la comunidad de la Escuela. Es un resultado que habla muy bien del proceso que hemos desarrollado”.

Avila indicó que “es un necesario felicitar a todos nuestros estudiantes y académicos por esta acreditación, ya que nos enorgullece no solo a nosotros, sino a toda la universidad, en términos del esfuerzo de dar a conocer nuestra malla, la escuela y lo que se está haciendo, sobre todo este proceso de innovación curricular que ha sido una apuesta radical”.

Sobre las proyecciones de la escuela que también se encuentra acreditada a nivel nacional hasta el 2019, el director agregó que “el paso que viene es contar con un apoyo que exceda a la unidad académica, muchas de las sugerencias de ambas acreditaciones coinciden, por lo que necesitamos un apoyo irrestricto a nivel central”.

“Muchas veces puede parecer que realizamos un trabajo contracorriente, sin el respaldo requerido, es nuestra realidad y por supuesto, tenemos mucho por mejorar, sobre todo a nivel curricular, infraestructura, vinculación e investigación, hay mucho margen ahí, pero lo mejor es que esta acreditación nos indica que vamos en la dirección correcta”, indicó.

El director también agradeció el “trabajo desarrollado por la Dirección de Calidad UV, al grupo de profesores que redactaron el informe de acreditación y a los profesionales externos que participaron en el proceso”.

Perfil social

Gonzalo Herrera, académico y coordinador de Vinculación con el Medio de la Escuela, señaló que “uno de los aspectos que más llamó la atención de los examinadores de la RIBA fueron los talleres integrados y las exposiciones de los trabajos que fueron de muy alto nivel. Obtener los cinco años es un respaldo al trabajo desarrollado, en especial al apoyo que la Escuela brinda a organizaciones sociales de la ciudad. Esta nueva acreditación nos deja en un excelente pie para seguir proyectando nuestro trabajo”.

En tanto, Cristián Rojas, académico y coordinador de Docencia destacó  que “el perfil social de nuestra Escuela fue uno de los aspectos más relevantes para esta acreditación. El interés de vincular el trabajo académico con los estudiantes de segundo y tercer ciclo hacia la comunidad para mejorar las condiciones del entorno, fusionando los conceptos de universidad y comunidad, fue un elemento muy valorado por la RIBA”.

Talleres integrados

Rojas manifestó que “nuestra escuela se ha caracterizado desde hace muchos años por un trabajo constante con diversas organizaciones sociales, algunas pequeñas, como juntas de vecinos o clubes deportivos, junto a entidades públicas, como son los convenios de trabajo que tenemos con los ministerios de Obras Públicas y de la Vivienda y Urbanismo”.

“Hemos configurado un perfil muy propio para una universidad pública, tal como ocurre en el caso de los talleres integrados. De forma tradicional las escuelas de arquitectura tienen cursos por separado, siguiendo la lógica escolar, pero la labor del arquitecto una vez fuera de la universidad es necesariamente integrativa, por eso nosotros buscamos trabajar con un conocimiento relacionado que permita vincular aspectos de tecnología, urbanismo y diseño gráfico, entre otros, para dar forma a un proyecto”.

“Lo anterior alienta a la Escuela a tener un diálogo sostenido con otras disciplinas y no estar centrada solo en sí misma. De hecho no solo tenemos profesores arquitectos, sino que además trabajamos con geógrafos, ingenieros, diseñadores, antropólogos y sociólogos, para desarrollar una labor interdisciplinaria”, agregó.

En constante evaluación

Rojas declaró que “ambas acreditaciones son un respaldo a lo que se está haciendo y eso genera confianza en el cuerpo académico y estudiantil. Pronto nos vamos a postular a otra acreditación y eso nos obliga a estar en un permanente estado de autoevaluación, lo que significa una constante situación de mediciones y mejoras, porque las acreditaciones entregan recomendaciones y correcciones, lo que indica un trabajo a desarrollar”.

“En nuestro plan de desarrollo se cuenta la necesidad de vincularnos con las universidades regionales y nacionales, como el trabajo que hemos desarrollado con la PUC, UCH y PUCV en la Bienal, pero esta nueva acreditación de la RIBA permite asociarnos a universidades extranjeras, incluso fuera de Sudamérica y esa es su relevancia”, explicó.